Nuevo guest post.
Un escrito que cada vez que lo leo, me transmite infinidad de sentimientos y sensaciones: unas por vividas y otras por la apertura de corazón que nos regala la autora con sus palabras.
Te dejo con María Vallejo, gran profesional y mejor persona.
Muchas gracias, María.
ESTE MUNDO DE DUDA E INCOHERENCIA
En este.
Porque ese otro mundo que ansiamos, de certezas absolutas, no existe. Qué mal. Y la ansiedad sube al saberlo. Entonces…¿Qué haremos con esta búsqueda incesante por controlarlo todo?
Esta locura… Corriendo como en unos grandes almacenes, buscando desesperadamente la “ganga”. Pues como cuando uno busca en las rebajas no está muy dispuesto a aceptar que la ganga no existe, aquí es igual. En esta vida hay problemas, accidentes, enfermedades, vejez y sus déficits, muertes, duelos de muertes y separaciones.
No somos superhéroes.
En estos últimos 6 meses, he experimentado varios duelos afectivos, he terminado de hacer el de mi padre (aunque quizás esté todavía inconcluso), he pasado por una neumonía, y he abierto los ojos a una realidad… En cualquier momento si desaparezco, no le importaré a tanta gente, no soy tan importante como creía. Esto es duro. Y esto no sólo lo he de experimentar yo…
Nos pasamos tanto tiempo intentando querernos, triunfar en varias áreas, ser admirados, reconocidos…Y vivimos como si no fuéramos a morir en cualquier momento. Pero llega la vida y te demuestra lo contrario. Cuánta incoherencia!!! ¿Cómo no tener ansiedad? ¿Cómo no apretar los dientes? ¿Cómo no llorar? ¿Cómo no sentir desesperanza en un momento o en otro? ¿Cómo? Que venga un coach de esos y nos lo enseñe (irónico).
Yalom, médico y especialista en grupos terapéuticos insistía en que todos los miedos son en último término, miedo a nuestra muerte, a nuestra desaparición.
Entonces, nos sería más útil, pienso, aceptar, ACEPTAR con mayúsculas. Pero no de primeras, no, la tarea no es fácil.
Aceptar implica abrirse a una visión clara de la realidad, de la vida tal cual es y NO INTENTAR CAMBIARLA por un momento aunque sea, para poder mirarla con respeto.
No quejarnos de ella ni enjuiciarla. Ver lo que es, no lo que nos gustaría, no lo que tememos, no lo que podría haber sido. Tarea titánica pero la más COHERENTE de todas.
Que cumplimos un año más, que me veo más vieja, que se me despiertan miedos que no sabía ni que existían: nos rendimos a la experiencia, que nuestro cuerpo se afloje ante ella. Nos exponemos a ese miedo con toda la energía, en vez de intentar anularla. Seguro que después nos ponemos una crema en la cara con menos ansiedad jejeje…
En realidad se trata de disfrutar de la vida, de gozarla, e incluso de reírnos de nuestros miedos, de dar las gracias por estar vivos, de rezar quien crea (a mi me sirve), de sentir lo maravilloso de tener esperanza, de guiarnos por nuestra intuición, la respuesta de nuestro cuerpo, no ser tan “mentales”.
Sabemos que determinados monjes budistas, al levantarse por la mañana, al sentir que tienen salud, lo celebran por todo lo alto, dando las Gracias en meditación. Que podamos hacer esto todos. Como acaban muchas meditaciones de atención plena…
Que todos podamos sentir paz.
María Vallejo Guardiola
Psicóloga Sanitaria AN03910
Master Universitario en Psicoterapia Relacional
www. alvida.es
Mente y TOC 
Muchas gracias por tus palabras. Buena reflexión. Un abrazo 😊
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Increibles sentimientos. Lo que más me llama la atención es que estos mismos sentimientos son los que se repiten para muchas personas, yo soy una de ellas.
Hay algo muy importante, la salud. Es básica para poder afrontar cualquier problema en la vida ya que sin ella no tenemos las fuerzas suficientes para nada.
Aquellas personas que lean esto y que tenga salud, que la cuiden y las que no la tengamos, que mejoremos, que busquemos patrones que nos hagan estar mejor y que contemos con personas como Maria para que nos ayude.
Otro punto muy importante es la fe, necesitamos fe para continuar y creo que es algo que no debemos reprimir nunca, de verdad.
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